A partir del próximo 25 de octubre la nueva sede malagueña se encontrará en Villa Onieva, una histórica construcción de los principios del siglo XX ubicada en la avenida Pintor Joaquín Sorolla, recuperando así su actividad tras 9 años cerrada.
Desde ahora hasta la fecha señalada el despacho se estará en plena mudanza, dejando atrás las oficinas de la Plaza de Uncibay para ubicarse definitivamente en una de las avenidas más emblemática. Sin embargo, durante esta semana les seguiremos atendiendo a través de:
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Este traslado supone un hito muy importante para la firma que busca cimentar sobre la importancia histórica del edificio un ambicioso proyecto de cambio en la forma de ejercer la abogacía, la digitalización, la organización del trabajo, los espacios abiertos, el uso del exterior, la sostenibilidad y la responsabilidad con la propia ciudad plasmada en la recuperación de la actividad y en el mantenimiento de su patrimonio.
Una joya de los primeros años del siglo XX
La villa, perteneciente al Patrimonio Histórico Andaluz, se comenzó a construir en 1890 por el arquitecto malagueño Fernando Guerrero Strachan y se remodeló en 1928 por Diego Salcedo. Consta de una superficie de 870 metros cuadrados, y está formada por tres plantas y un amplio jardín. Existen muchos elementos originales intactos de la época fundamentalmente la fachada.
Hay que destacar el estilo gótico plateresco, una corriente artística española que nace a finales del siglo XV, y que se puede apreciar en la torre octogonal de la fachada principal y el torreón cuadrangular. Además, se trata de uno de los ejemplos de villas que se han conservado en esta zona de la Avenida Pintor Joaquín Sorolla.