La Unión Europea ha dado luz verde al Reglamento que establece los «bonos verdes europeos», una iniciativa destinada a promover la inversión sostenible y ayudar a combatir el cambio climático. Esta noticia marca un hito importante en la agenda de finanzas sostenibles de la Comisión Europea.
El proceso de aprobación de este Reglamento comenzó el 6 de julio de 2021, cuando la Comisión Europea presentó su propuesta. El Consejo Europeo fijó su posición el 13 de abril de 2022, y tras intensas negociaciones entre la Comisión, el Parlamento y el Consejo Europeo, se llegó a un acuerdo provisional el 28 de febrero de 2023. Finalmente, el Parlamento Europeo aprobó los contenidos del acuerdo el 5 de octubre de 2023, y el Consejo Europeo adoptó el Reglamento el 23 de octubre del mismo año.
El Reglamento tiene dos objetivos principales. En primer lugar, establece un conjunto de normas comunes que los emisores deben seguir para que un bono pueda calificarse como «bono verde europeo» o «BVEu». En segundo lugar, establece un sistema para registrar y supervisar a las empresas que actúen como verificadores externos de los bonos verdes, coordinado por la Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM).
La designación de «bono verde europeo» tiene como finalidad facilitar a los inversores y empresas la identificación de inversiones medioambientalmente sostenibles, aumentar los flujos de capital hacia inversiones más sostenibles y reducir los riesgos de reputación para los emisores. Además, este distintivo estará disponible para emisores tanto dentro como fuera de la Unión Europea que cumplan con los requisitos del Reglamento, incluyendo el sector público y privado, así como empresas financieras y no financieras.
El Reglamento establece un estándar armonizado para los bonos verdes europeos, pero su adopción por parte de los participantes del mercado será voluntaria. Los emisores que deseen utilizar la designación de «bono verde europeo» deberán someterse a una verificación previa y posterior a la emisión por parte de un verificador externo registrado y supervisado. Además, los bonos solo podrán ofrecerse al público en la Unión Europea después de publicar una ficha informativa sobre los bonos verdes europeos en la página web del emisor, siguiendo el anexo I del Reglamento.
En cuanto al uso de los ingresos de los bonos verdes europeos, se requiere que se destinen a actividades económicas que tengan un impacto positivo duradero en el medio ambiente, ya sea financiando activos fijos tangibles o intangibles, activos financieros, activos de los hogares o gastos de capital y operativos relacionados con actividades económicas sostenibles.
El Reglamento también permite excepciones, permitiendo a los emisores asignar hasta el 15% de los ingresos de un bono verde europeo a actividades económicas que cumplan los requisitos de la taxonomía, con ciertas condiciones. Además, se establecen requisitos de informes anuales de asignación de ingresos y un informe de impacto para garantizar la transparencia y la responsabilidad.
Fuente: RocaJunyent