El pasado 6 de febrero de este año se aprobó en el Senado el texto enviado por el Congreso de la nueva Ley de Secretos Empresariales. Poco queda ya para la entrada en vigor puesto que, una vez se publique en el BOE, tardará tan sólo 20 días para hacerlo desde dicha publicación.
Se trata de un texto presenta elementos muy importantes para la protección de las empresas y que cubre un vacío legal para asegurar el valor competitivo de las empresas respecto a sus competidores y que, además, debería divulgarse por muchas de ellas a efectos de dotarse de una adecuada protección, así como evitar verse perjudicadas en su actividad.
La nueva Ley, traspone al Derecho Español con casi ocho meses de retraso la Directiva (UE) 2016/943 de secretos comerciales ya que el plazo de transposición finalizó el pasado 9 de junio de 2018. A pesar de que España ha sido uno de los últimos países en hacerlo, aún quedan otros como Alemania y la República Checa.
En España, la nueva Ley de Secretos Empresariales es la primera norma española que se dedica, de forma concreta, a regular los secretos de las empresas, aunque ya encontraban protección en nuestro ordenamiento por el artículo 39 del Acuerdo sobre ADPIC, firmado en 1994 en el marco de la Organización Mundial del Comercio.