Los abogados se enfrentan diariamente, de forma inconsciente, a una evaluación por parte de sus clientes tanto de manera personal como del propio despacho. Por ese motivo es muy importante transmitir tranquilidad, transparencia y, sobre todo, cercanía con el cliente. Por otra parte cabe destacar otros atributos como reputación, credibilidad y prestigio pero, ¿cómo conseguir estos últimos?
¿De qué forma puede el abogado crearse una marca personal para transmitir todos estos atributos? En primer lugar, un abogado debe ser, ante todo, competente y que con grandes conocimientos dentro de su especialidad. De la misma forma es importante tener un autoanálisis donde el abogado o el despacho analicen parámetros como quiénes somos, en qué podemos mejorar, dónde queremos estar presentes y hasta dónde vamos a llegar. Por su parte, un abogado debe estudiar, también, a su competencia más directa para saber qué se pueden encontrar en el mercado y qué aportar al mismo. Para conseguir posicionarte en el mercado, el abogado o el despacho deben recurrir a las redes sociales profesionales como Linkedin o a los diferentes directorios y ranking de los medios de comunicación.
La opinión de los demás importa si se quiere generar una buena marca. Es por eso que hay que saber encajar la crítica y saber cómo ponerle solución. Obtener una buena reputación de marca requiere mucho trabajo y esfuerzo. Es importante fijarse unos objetivos que impliquen una buena estrategia profesional y acercamiento al cliente para llegar a ser capaces de transmitir seguridad y confianza para aquellos que requieren ayuda profesional.