En los últimos años las criptomonedas han saltado al primer plano. Y es que la moneda digital en Internet supone un intercambio de dinero distinto al que estábamos acostumbrados. El dinero digital como el Bitcoin ya se utiliza para comprar tanto bienes físicos como servicios.
Para poder hacer uso de ellas y gestiones es necesario contar con una cartera virtual o wallet a la que se accede a través de una aplicación o navegador web.
Sin embargo, aunque cuentan con grandes ventajas como la inmediatez, el anonimato, la descentralización o la falta de intermediarios supone, a su vez, una puerta abierta también para delincuentes y cibercriminales.
Principales estafas cometidas con las criptomonedas:
Fake Wallets
Se trata de una app maliciosa que se hace pasar por una cartera virtual. Y es que los ciberdelincuentes habitúan a crear aplicaciones con el fin de simular ser un “wallet” con el que operar oficial.
Para convencer al usuario utilizan el logo oficial y avisan de la permisibilidad de convertir la criptomoneda en otras como Bitcoin, Ethereum y Litecoin, entre otras. Lo que ocurre es que cada vez que el usuario envía la criptomoneda a la dirección de la aplicación, desaparecen de la app para acabar en las manos de un hacker.
Ransomware
Este tipo de delitos trata del secuestro que un hacker hace del ordenador, móvil o cualquier dispositivo y por el que pide un rescate para poder desbloquearlo. En este caso, el ciberdelincuente exige el pago en criptomonedas siendo el Bitcoin el método más usado y demandado por ellos.
Cryptojacking
El cryptojacking es el método por el que se minan las criptomonedas. Es decir, el hacker en este caso secuestra el dispositivo del usuario sin consentimiento con el fin de minar las monedas digitales.
Aunque es un método complicado, poco a poco se ha ido perfeccionando y cada vez es más difícil de detectarlo. Así pues, una vez que el software se ejecuta en el dispositivo, la aplicación sólo necesitará tener acceso a internet para comenzar a robar monedas.
Y no sólo eso, las monedas virtuales, en ocasiones son utilizadas en delitos de terrorismo, narcotráfico y Dark web. A menudo son usadas a su vez, para el blanqueo de dinero, así como para la sextorsión y otras estafas.
Muchas son las preguntas que suscita en mundo de las criptomonedas tales como si conseguirán convivir con el dinero real, si será adoptado como sistema en las economías del mundo o si simplemente acabarán con el tiempo desapareciendo.